Introducción
El enactivismo es un enfoque en filosofía de la mente y ciencias cognitivas que enfatiza la naturaleza interactiva, corporizada y situada de la cognición.
Fue inicialmente propuesto por un académico chileno llamado Francisco Varela, quién junto a Eleanor Rosch y Evan Thompson en 1991 publicaron "The Embodied Mind" (en español se llama "De cuerpo presente" y fue publicado por la editorial Gedisa), su título y contenido, todavía refrescante y transgresor, ofrece una crítica sensata a las teorías cognitivas tradicionales que argumentan a favor de representaciones mentales y modelos internos para explicar la cognición e introducen la noción de enacción, que es la que da sentido a este texto.
Además, señalan que los organismos se adaptan a su entorno a lo largo del tiempo, y esta historia de interacciones informa y condiciona sus futuras acciones. La cognición es un proceso adaptativo y en evolución que está profundamente influenciado por la historia de vida del organismo (Di Paolo et al., 2017).
Creación de sentido
Cuando decimos que los cuerpos vivos enactúan, estamos diciendo que traen a la existencia dominios de significado que derivan de su relación directa con su entorno (Varela et. al, 1991). Es decir, los seres vivos al relacionarse con su mundo crean sentido para asegurar su supervivencia.
Crear sentido (sense-making) es una forma de agencia que juega un papel fundamental en la supervivencia (Di paolo et al., 2018), y como se debe imaginar el lector a estas alturas, no es un proceso que ocurre sólo dentro de nosotros. La creación de sentido implica una constante interacción y adaptación mutua entre el organismo como totalidad y su entorno. Esto se aplica no sólo a los seres humanos, sino también a otros organismos. Los enactivistas sostienen que incluso los organismos más simples también están constantemente implicados en este proceso (Di Paolo et al., 2018).
Crear sentido es algo que hacemos todo el tiempo, y no es algo que necesariamente se nos presente en el plano consciente sino que también se puede describir a nivel metabólico, fisiológico o incluso celular, pero para ser más ilustrativos al respecto podemos decir que, durante todo el día estamos expuestos a estímulos potencialmente relevantes que nos llaman la atención por diversos motivos, pero la relación funcional que tenemos con estos objetos o estímulos particulares depende de cada una de esas relaciones que tenemos con el entorno, es decir, de las relaciones que tenemos con nuestra familia de origen, con nuestros amigos, con los compañeros del trabajo, con nuestra microbiota, con el lenguaje que usamos, etc., esto también incluye nuestra percepción y nuestra acción, todas estas relaciones en conjunto aportan a nuestra creación de sentido e impactan en cómo nos comportamos ante situaciones específicas. Por ejemplo, cuando tenemos hambre y pasamos por una panadería sabemos que tenemos que saludar, hacer la fila, pesar el pan, pagar por él, antes de comerlo. Del mismo modo para alguien intolerante al gluten, la panadería no sería una opción y seguiría recorriendo el entorno buscando algún lugar que cumpla con los requerimientos de sentido que la persona ha ido construyendo a lo largo de su vida.
Trastornos mentales
La filósofa Sannekke de Haan (2020b), propone que entender los trastornos mentales desde una óptica enactiva implica comprenderlos como problemas de creación de sentido, es decir, se entienden como patrones de interacción estructuralmente alterados entre un organismo y su entorno. Su propuesta aborda los trastornos mentales desde una perspectiva holística, del mismo modo que lo hace el modelo biopsicosocial, pero su propuesta es eventualmente distinta, solo se parecen en que consideran las interacciones a nivel biológico, psicológico y social.
Como hemos visto, crear sentido se refiere a cómo una persona interactúa con su entorno y responde a él, y cómo interpreta y entiende su mundo. Cuando este proceso de creación de sentido se vuelve rígido o sesgado, es decir, ya no es flexible ni se ajusta adecuadamente a la situación actual, puede surgir un trastorno mental.
Por ejemplo, si alguien se siente ansioso todo el tiempo, independientemente de si la situación es realmente amenazante o no, puede estar experimentando un trastorno de ansiedad.
Según de Haan (2020b), los trastornos mentales, en este sentido, son patrones de interacción y respuesta que se han "atascado". A menudo, estos patrones de comportamiento y respuesta inicialmente eran adecuados para las situaciones que se vivían, pero se han mantenido a pesar de que las circunstancias y situaciones ya no los requieren. Los patrones de creación de sentido reflejan la historia de las interacciones de uno con su entorno y pueden estar influenciados por una variedad de factores, incluyendo la biología (como los genes y la química cerebral), la psicología (como los rasgos de personalidad) y los factores sociales (como el entorno de crecimiento y las interacciones sociales actuales).
Así que podemos decir que la perspectiva enactiva ve los trastornos mentales como patrones desadaptativos de interacción y respuesta al entorno de uno, en lugar de simplemente plantearlos como el resultado de factores biológicos, psicológicos o sociales vistos de forma aislada. Esta perspectiva enfatiza la importancia de considerar la totalidad del organismo o del sistema persona-mundo, en palabras de Sanneke de Haan (2020b) al tratar de entender y tratar los trastornos mentales.
En resumen, según la propuesta enactiva, los trastornos mentales se entienden como patrones de interacción estructuralmente alterados entre una persona y su entorno, es decir, se consideran como problemas de "creación de sentido". Este enfoque aborda los trastornos mentales desde una perspectiva integral que considera las interacciones a nivel biológico, psicológico y social.
Conclusiones

Los enactivistas como se ha dicho en un principio ponen en duda estos modelos representacionalistas e internalistas de la mente o la cognición y ponen énfasis en las estructuras y en la interacción.
Señalan que el cerebro más que un procesador de información o el lugar donde está la mente, es un "órgano mediador" (Fuchs, 2018). Este término significa que aunque el cerebro está profundamente involucrado en nuestros procesos biológicos, psicológicos y sociales, no es el origen o la causa de todo. En lugar de ello, el cerebro facilita y media en las interacciones entre estos procesos (de Haan, 2020a). Además, el cerebro esta altamente influenciado por nuestras interacciones con el mundo. Cualquier cosa que hacemos, y especialmente lo que hacemos repetidamente, cambia nuestros cerebros (de Haan, 2020a ).
Lo central para el enactivismo es la interacción entre la persona y su mundo. El enactivismo también crea por sí solo nuevos dominios de significado que nos invitan a reflexionar no solo como el otro y nosotros creamos sentido construyendo nuestro mundo, sino que también nos hace responsables de la creación de sentido de los demás.
Ps. Moisés Mansilla
Cómo citar este artículo en Apa:
En el texto: (Mansilla, 2023)
En las referencias: Mansilla, M. (24 de Agosto de 2023). Creación de Sentido y Trastornos Mentales. Cesistchile. https://cesistchile.blogspot.com/2023/08/creacion-de-sentido-y-trastornos.html
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Referencias
Sanneke de Haan (2020a): Bio-psycho-social interaction: an enactive perspective, International Review of Psychiatry. https://doi.org/10.1080/09540261.2020.1830753
de Haan, S. (2020b). Enactive Psychiatry. Cambridge, UK: Cambridge University Press.
Di Paolo, E., Buhrmann, T., and Barandiaran, X. E. (2017). Sensorimotor Life. Oxford: Oxford University Press.
Di Paolo, E. A., Cuffari, E. C., and De Jaegher, H. (2018). Linguistic Bodies. The Continuity Between Life and Language. Cambridge, MA: MIT Press.
Fuchs T. (2018). Ecology of the brain : the phenomenology and biology of the embodied mind (First). Oxford University Press.
Varela, F. J., Thompson, E., and Rosch, E. (1991). The Embodied Mind: Cognitive Science and Human Experience. Cambridge: MIT Press.
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