Reinvención de la Juventud, una actitud frente a la vejez que trasciende a la edad cronológica.

Hoy en día, la sociedad experimenta cambios que afectan especialmente a un sector: los adultos mayores. Esta generación, antes admirada y respetada por su sabiduría, también ha transitado por las sombras del abandono y ha sido estigmatizada como una carga financiera. Sin embargo, se están reinventando como “viejos jóvenes”, rechazando ser una carga para nadie y desbordando una vitalidad que causa recelo en muchos jóvenes.

Con el cambio de los tiempos, la esperanza de vida también ha aumentado. Según las Naciones Unidas, la esperanza de vida promedio a nivel mundial es de 73 años. Chile, a pesar del impacto de la pandemia, lidera América Latina en este aspecto. Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), se espera que para 2050, la esperanza de vida sea de 84 años para los hombres y 88 para las mujeres. Este aumento se debe a una disminución en la tasa de natalidad y a un aumento en la población de adultos mayores de 65 años, quienes representarán más del 25% de la población para 2050.

El envejecimiento es un fenómeno que afecta a todas las sociedades. Los abuelos de hoy tienen un enfoque diferente al de antes. Ya no son solo aquellos que se jubilan para cuidar a sus nietos. Ahora, muchos adultos mayores son conscientes de la necesidad de cuidarse para enfrentar el temido deterioro físico y cognitivo. Se preocupan más por su alimentación, mantienen un estilo de vida activo, dejan de fumar, duermen lo suficiente y se mantienen al día con sus chequeos de salud.

En una entrevista, el Dr. Patricio Valencia Cantero, Director del área de Geriatría del Hospital Guillermo Grant Benavente, comentó que las personas mayores están enfrentando el desafío de ser conscientes de los problemas de salud que surgen con la edad. Aunque esta conciencia está creciendo, aún queda mucho por hacer. Existe un paradigma en la medicina tradicional que considera los síndromes geriátricos como algo “normal” o habitual. Sin embargo, la frecuencia de un fenómeno patológico no lo hace aceptable.

El Dr. Valencia también habló sobre los desafíos clásicos en la medicina y cómo a menudo se separan y segregan las patologías en el diagnóstico y la atención. Esto va en contra de la idea de tratar a la persona como un todo. Además, muchas personas mayores con dependencias en actividades avanzadas de la vida diaria no se dan cuenta de que están iniciando un camino hacia el deterioro de su bienestar. El Dr. Valencia ve casi a diario a pacientes que le comentan que ya no salen de casa, pierden masa muscular y se vuelven dependientes, muchas veces por comodidad. Esto es lo que se conoce como el fenómeno de la Dependencia.

Hoy, nos enfrentamos a la necesidad de explorar diferentes aspectos de un mismo tema: el envejecimiento. Existe una creencia social errónea de que, al llegar a cierta edad, se debe dejar de estimular las funciones mentales y físicas. Como resultado, muchos adultos mayores dejan de aprender cosas nuevas o de realizar actividades recreativas que mantengan su mente activa, descuidando así su salud física y social.

Los “nuevos adultos mayores” no son como los de antes. La tendencia actual ha ayudado a darle una nueva cara a la vejez, desvinculándola de la idea de que las personas mayores ya no tienen nada que aportar a la sociedad. Muchos de estos “viejos jóvenes” se preocupan por su salud física, sexual y mental. Incluso estudian segundas y terceras carreras universitarias, demostrándose a sí mismos que la vida no termina con la jubilación.

La pandemia ha cambiado la forma en que la sociedad percibe a la tercera edad y cómo nos relacionamos con ella. Muchos adultos mayores han tenido que enfrentarse a la alfabetización digital para poder comunicarse. Hoy en día, manejan tarjetas digitales, aplicaciones y utilizan su teléfono móvil no solo como herramienta de comunicación, sino también de trabajo.

Sin embargo, podemos intuir que aún falta algo para mejorar esta ecuación: la perspectiva de la sociedad. Una sociedad que hasta ahora discrimina y desecha, exigiendo inmediatez e ignorando que existen muchos adultos mayores que se preocupan por su salud física y mental.
El Dr. Valencia nos comparte su experiencia. Según él, la tendencia actual es evolucionar hacia una estrategia de cuidados menos paternalista, donde la persona mayor asume la responsabilidad de su salud y envejecimiento, con el apoyo de la red de salud.

Pero el objetivo es aún más amplio: desarrollar una “sociedad amigable con las personas mayores”. Esto implica “geriatrizar” nuestras ciudades, instituciones y servicios para evitar la discriminación del grupo etario que pronto será uno de los más importantes de nuestra población. Debemos garantizar que puedan seguir participando en la sociedad como individuos activos, incluso en el ámbito laboral, siempre que deseen y conserven sus capacidades para hacerlo.

Cuando le preguntamos al Dr. Valencia qué acciones cree que la sociedad debería promover para lograr un envejecimiento activo y saludable, nos señala que la educación en autocuidado es lo principal. La idea es abordar estos temas y educar a las personas antes de los 40 años, para prevenir e intervenir en acciones que fomenten buenos hábitos y estilos de vida saludables. Para esto, necesitamos el apoyo de la Medicina de Estilos de Vida, que también está en auge. Muchos han normalizado el deterioro patológico, ya que nunca han tenido un acercamiento a la educación de su autocuidado en salud, no solo médica, sino también funcional, cognitiva y social. Sin embargo, esto puede cambiar.

Entendiendo la intergeneracionalidad como un fenómeno que nos permite compartir en sociedad entre diversas generaciones, deberíamos verla como una herramienta ventajosa en un sentido bidireccional. Esta interacción beneficia a nuestra sociedad en constante cambio, fomentando la participación e interacción de las personas mayores. Este retorno a una sociedad más empática que reintegra a sus miembros puede contribuir al desarrollo de un envejecimiento sano y menos traumático.

Hoy en día, los adultos mayores están más abiertos a innovar y a conocer tecnologías. Se da un intercambio y diálogo entre las generaciones, lo que sin duda beneficia a ambos grupos al conocer sus realidades. Estamos seguros de que los aportes son significativos. Los nuevos sesentas se viven como los antiguos cuarentas, con nuevas carreras, nuevos matrimonios, una vida sexual activa y una mejor calidad de vida. Esto no nos priva de todo lo que aún tienen por entregar.


Gylianne Parra 
Periodista CESIST-CHILE


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Cómo citar en APA este artículo:

Parra, G. (24 de enero del 2014). Reinvención de la Juventud, una actitud frente a la vejez que trasciende a la edad cronológica. Blog Cesistchile. https://cesistchile.blogspot.com



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